Probablemente las que mayor calado y publicidad han tenido, y que no solo han significado cambios en el 2017 sino para el venidero 2018 y ejercicios futuros, han sido la puesta en marcha del nuevo sistema de gestión del IVA basado en el suministro Inmediato de Información (más conocido como SII), y la Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo. Seguramente esta última haya tenido mayor repercusión mediática y haya afectado a una gran mayoría de empresas y empresarios de este país, además de haber sido objeto de discusión y negociación política durante incontables meses antes de su final aprobación.

En cuanto al SII, merece mención aparte. Aunque muchos no lo percibamos, sencillamente porque no nos ha afectado hasta ahora, (grandes empresas y empresas acogidas al REDEME, o presentación del IVA mensual), es una medida que en el medio/largo plazo acabará generalizándose con el único objetivo de un mayor control fiscal y lucha contra el fraude.

Veamos por qué:

El sistema SII ha significado la implantación de un sistema obligatorio de suministro casi inmediato de información de la facturación de la empresa, obligando a, en el plazo de 4 días, enviar el detalle de todos los registros de facturación a la Agencia Tributaria. Este plazo de 4 días se vio ampliado a 8 para los seis primeros meses desde la entrada en vigor en julio de este 2017 que ya termina. Para “compensar”, la AEAT elimina las obligaciones de presentación a estas empresas de determinados modelos o declaraciones informativas, además de permitir ver o contrastar la información de sus clientes o proveedores que también estén obligados al sistema SII. La Agencia Tributaria, por supuesto, ha visto unas cuantas ventajas en ello, pero hemos de ser conscientes que ya hace unos años que se ha implementado la obligatoriedad de las notificaciones electrónicas para las empresas con personalidad jurídica y otros entes. Y que, este es un paso inicial previo a una futura generalización.

Esta implantación ha conllevado multitud de problemas para las empresas no sólo de adaptación del software, sino de gestión debido al considerable y obligatorio acortamiento de plazos entre la prestación del servicio y/o venta y la emisión y posterior remisión de la factura, entre otras cuestiones…

Más medidas que también han generado cambios fueron, por destacar sólo algunas, la ampliación del permiso de paternidad, el cambio (debido a determinadas sentencias judiciales) en el registro de jornada de los trabajadores, la rigidez de la AEAT respecto a las solicitudes de aplazamiento de deudas, que comenzó en el último trimestre de 2016, presentado a inicios de 2017, (IVA en su mayor parte)…, etc. Y, ¡ojo!, no perdamos de vista los cambios en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), que, probablemente, ha pasado casi desapercibida su modificación y próxima entrada en vigor ya que entre una y otra hay un intervalo de 2 años, pero en la que tendremos que estar al día el próximo mes de mayo de 2018.

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