En ciertos sectores será muy complicado que las personas trabajadoras lleguen a los 67 años en activo, y a ello se le suma que se está empezando a jubilar la generación con altas cualificaciones y bases de cotización (la conocida como baby boom), poniendo en jaque el sistema actual de jubilaciones. Esto probablemente desembocará en un recorte de pensiones (actuales y futuras), las actuales (no actualizándolas con el IPC) y las futuras bajando las más altas.

Las empresas y personas trabajadoras se van a encontrar con la realidad de que su poder adquisitivo va a descender y, por lo tanto, va a existir una tendencia a alargar la vida laboral más allá de la edad de jubilación ordinaria. Esto conlleva a que las empresas deban realizar una planificación en la gestión del envejecimiento de sus plantillas, es decir, de velar que las personas que trabajen en la organización lleguen en condiciones óptimas a sus últimos años de trabajo. Todas las empresas que prevean improvisar esta labor, sin duda fracasarán.

En ciertos sectores será muy complicado que las personas alcancen los 67 años en activo, por lo cual, las empresas tendrán que abrirse a dos posibles vías:

• La jubilación anticipada de la Seguridad Social
• La desvinculación a la empresa mediante prejubilación.

Hay que tener en cuenta que en la nueva normativa, se penaliza la jubilación anticipada de la Seguridad Social, y desde el punto de vista fiscal, se maltrata  instrumentos como los planes de pensiones, en un contexto en el que el límite de las aportaciones individuales a planes de pensiones- que ya había bajado de 8.000€ en 2020 a 2.000€ en 2021, se ve reducido de nuevo, a 1.500€ a partir de 2020.

¿Quién propone más prejubilaciones? ¿Las personas trabajadoras o las empresas? Noelia Puceiro, nuestra directora en Inter Asesoría, nos da todos los detalles sobre este tema tan polémico en el artículo del Diario de Arousa. Haz clic aquí para verlo.