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Necesidad de liquidez en autónomos y pymes

Ante la crisis causada por el COVID-19 surge la necesidad de liquidez en autónomos y pymes a corto plazo. Pues precisan paliar los efectos de esta pandemia para continuar manteniendo el pulso de nuestro tejido empresarial.

Las empresas deben hacer frente a las pérdidas originadas por la paralización de su actividad surgida a raíz del decretado estado de alarma. Una paralización que se podría prolongar en el tiempo. Un periodo que determinará el fin de esta terrible pandemia en España, que afecta a todo el mundo.

Financiación para las empresas

Para sobrellevar la crisis que están sufriendo las empresas ante este cese de actividad, es necesario dotarlas de capital. Esta necesidad de liquidez para autónomos y pymes se hace imprescindible para que puedan mantener su actividad, empleos, proveedores o clientes, entre otros. Esto no trata de que una compañía obtenga beneficios, sino que pueda mantener un negocio viable para evitar la quiebra.

Ciertamente, es un hecho que el ritmo de crecimiento del tejido empresarial de nuestro país es lento. Pues una empresa tarda años y años en consolidarse. Una compañía que desaparece no será sustituible a medio plazo por otra, ni a efectos de creación de empleo, recaudación de impuestos o generación de negocio.

Línea de Avales

En consecuencia, el Gobierno anunció la movilización de 100.000 millones en avales estatales para cubrir créditos nuevos y renovaciones de pymes y autónomos. Así, los bancos asumen un menor riesgo en operaciones crediticias para poder paliar ágilmente la financiación y necesidad de liquidez en autónomos y pymes.

Así, en nuestro país, a diferencia del resto de Europa, estos avales se liberan por tramos, es decir, poco a poco. Una medida comedida que no acaba de tranquilizar al tejido empresarial español.

Aplazamiento de la deuda tributaria

Sin embargo, a pesar de las múltiples peticiones, el Gobierno no ha concedido moratorias ni retrasos en el plazo de presentación de declaraciones o autoliquidaciones. A causa de esto, la palabra decepción, ha sido una de las que más he verbalizado y escuchado entre colegas asesores y empresarios. Aunque todavía hay tiempo para rectificaciones.

Una de las medidas que ha adoptado el Gobierno es la de aplazar las deudas tributarias que no excedan los 30.000 euros a 6 meses. Sin intereses durante los tres primeros. Es decir, una medida ya existente antes del COVID-19 pero con un descuento del 50% de los intereses.  Sin embargo, para aquellas empresas que tengan dificultades de liquidez esto no supone una solución.

Nuestra recomendación

Por nuestra experiencia en crisis anteriores, ante la importante caída de ingresos, es vital adecuar la estructura de deuda a la nueva situación. Y así garantizar la viabilidad del negocio. Es imprescindible utilizar las posibilidades que la legislación reciente ha ofrecido ante esta crisis financiera.

Así, ante este panorama, es necesario echar mano de la economía doméstica, prestar atención a nuestra contabilidad y aprovechar las herramientas fiscales que nos concede el derecho tributario. Para así mejorar y optimizar la liquidez.

Noelia Puceiro, directora de INTER Asesoría, nos amplía información sobre este tema en su último artículo para Diario de Arousa. Puedes consultarlo haciendo click aquí .