Nuestro sistema público de pensiones, en concreto, y el estado de bienestar, en general, de nuestro país, se están viendo afectados por la actual crisis económica. La baja natalidad y el envejecimiento de la población nos llevan a un escenario que hace que la gente contrate planes de pensiones para completar las pensiones futuras. Los planes de pensiones no se plantean como una herramienta de supervivencia, sino como protección ante una posible pérdida de poder adquisitivo. Además de suponer un diferimiento de impuestos. Aunque no son líquidos por estar dirigidos a la jubilación funcionan de forma similar a un fondo de inversión.

Los planes de pensiones en 2021

Los Presupuestos Generales del Estado el año que viene parecen apuntar a un recorte de Hacienda a los incentivos fiscales en los planes de pensiones. De forma individual se pueden deducir de la base imponible un máximo del 30% o de 8.000 euros, 2.000 euros el año que viene. En caso de realizarse a favor del cónyuge este importe oscilará entre 2.500 y 1.000 euros. Por otro lado, el Gobierno potenciará los planes colectivos de empresa ampliando el límite 8.000 a 10.000 euros. Entre sus planes se encuentra además la creación de un fondo público para impulsar los planes de pensiones de empleo. El objetivo de este fondo sería el de cubrir a medio plazo cerca de diez millones de trabajadores, dejando de lado a autónomos y PYMES. Ante este recorte fiscal a los planes de pensiones, el limite máximo deducible de los 2.000 euros dejaría de ser deducible y seguiría sujeto a impuestos. Algo que no ocurre en ningún país de la OCDE.

Por otra parte, serán fuertes aquellas economías que garanticen un buen nivel de vida a sus mayores, pues en unos años supondrán un gran porcentaje de los consumidores. Una situación en la que se encuentran países como Suecia, Dinamarca, Reino Unido o Alemania entre otros. Por ello el Estado debería incentivar estos planes, y no penalizarlos, con el objetivo de mantener un buen nivel de vida a los mayores.

¿Cuál es la situación de los bancos?

Uno de los colectivos que se muestra critico ante esta futura situación es el de los bancos. Estos están, por otro lado, buscando la rentabilidad a corto plazo destacando que el 2020 será el último año para aprovechar rebajas fiscales y bonificaciones. El Banco de España ha publicado recientemente un estudio sobre la rentabilidad de las pensiones públicas. Este revela que las pensiones públicas aportan una mayor rentabilidad que los que la mayor parte de los planes de pensiones privados aporta.

Esta transición del sistema público de pensiones suprime el atractivo de los planes de pensiones privados, a lo que se suma la realidad de la necesidad de ahorro para las jubilaciones. Y en algunos casos para abonar todavía la universidad de nuestros hijos, que cada vez se tienen más tarde y en menor medida.

Noelia Puceiro, directora de INTER Asesoría, nos amplía información sobre este tema en su último artículo para Diario de Arousa. Puedes consultarlo haciendo click aquí.