Hoy en día las transacciones comerciales a través de la red han ido en aumento debido a la llegada de las nuevas tecnologías. Buen ejemplo de ello son las plataformas de venta online o las redes sociales. En el sector de los juegos y apuestas online ha ocurrido lo mismo, pues han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. En la actualidad este sector maneja cifras astronómicas, por ello la tributación de juegos plantea muchas dudas en el terreno fiscal.

Esta industria está en el punto de mira de la Agencia Tributaria. Este organismo ha incrementado su fiscalidad e intensificado medidas como la obtención de información. Recientemente se ha actualizado el convenio de intercambio de información con la Dirección General de ordenación del juego de 2014.

Las nuevas exigencias de información por parte de los operadores se aplican a algunos datos como la identidad del jugador, el saldo inicial o el final de las cuentas de juego. También deben informar de las retiradas de fondos, premios y bonos otorgados. Por ello debemos prestar especial atención a la hora de declarar los rendimientos de este tipo de juegos y apuestas.

Diferencias entre juegos online y tradicionales

A continuación, vamos a analizar su tributación y las diferencias existentes entre estos y los juegos institucionales. Se incluyen en este último grupo la lotería nacional, la primitiva o la quiniela; organizados por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas. Pero también los sorteos y juegos organizados por asociaciones como la Cruz Roja Española o la ONCE.

En primer lugar, es necesario aclarar que los juegos y apuestas online tributan sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas. Este grava los rendimientos obtenidos por el contribuyente. Según la fuente de ingresos de origen pueden ser rendimientos de trabajo, capital inmobiliario o mobiliario, actividades económicas y ganancias o perdidas patrimoniales.

Así, el rendimiento neto de los juegos online irá integrado en la base general del IRPF como ganancias y perdidas patrimoniales. Esto se debe a que no hay ningún elemento que se trasmita. Desde el año 2012 se pueden compensar las pérdidas con los beneficios. Sin embargo, si el resultado es una cifra negativa, no tributa al IRPF. Los bonos recibidos del operador tributan y las ganancias, a pesar de no haberlas retirado de la cuenta de la casa de apuestas, es necesario declararlas.

Por otro lado, en la tributación de juegos, los institucionales no tributan en el IRPF, sino que se les aplica un impuesto especial. Un tributo exigido a cada décimo, fracción o cupón premiado de forma independiente.

¿Cómo se calcula el impuesto de los juegos tradicionales?

Actualmente, en la tributación de juegos, existe un importe exento que asciende a los 40.000€. El año anterior esta cifra se situaba en 20.000€. En el caso de un décimo compartido la exención se prorratea sobre la base imponible, es decir, si supera esos 40.000€. El gravamen que se aplica a dicha base es de un 20%.

En cuanto a la liquidación del premio, los contribuyentes tienen la obligación de presentar una autoliquidación del gravamen con la cifra correspondiente y realizar el ingreso. Si la cuantía es menor que el importe exento de gravamen o se ha realizado la retención no será necesario presentarla. Las entidades pagadoras de los premios con residencia en España deben realizar la retención respetiva del 20% sobre la base imponible. Por tanto al efectuar el cobro, con la cantidad correspondiente descontada para Hacienda, no tendrá obligación fiscal añadida.

Es decir, mientras en la tributación de juegos los tradicionales están sujetos a un gravamen del 20%, las ganancias de los juegos y apuestas online tributan en el IRPF. Por ello, como asesores fiscales, recomendamos acudir a un profesional que determine la obligación o la exención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

María Pérez, Asesora Fiscal en INTER Asesoría, nos amplía información sobre este tema en su último artículo para Diario de Arousa. Puedes consultarlo haciendo click aquí.