Ya no queda nada para la vuelta al cole y los ministerios de Educación, Sanidad y las autonomías continúan estableciendo las pautas para proporcionar una vuelta segura ante la crisis sanitaria de la COVID-19. Este protocolo, coordinado para todas las comunidades, es imprescindible para actuar frente a posibles casos de coronavirus. Aún así, esta hoja de ruta puede traer consigo grandes consecuencias en el plano social inducidas por el posible cierre de aulas o colegios.

Conciliación familiar y otras dificultades

La situación actual, donde incrementan los casos de coronavirus a diario, hace que esta vuelta al cole se produzca en un ambiente de incertidumbre total. Pues en el caso de que la vuelta a las aulas sea semipresencial o a distancia, pone a las familias en una difícil situación de conciliación familiar.

En España, son mayoritariamente las madres las que acceden a excedencias o reducciones de jornada. Esta situación no solo supone una reducción de salario, sino también, entre otras cosas, perjudica sus futuras pensiones de jubilación. Además, la normativa vigente por la que se rigen las compañías dificulta la adaptación y flexibilización de jornada.

Ante una posible vuelta al cole a distancia, otro de los problemas que surgen ante esta situación es el acceso a internet. Para muchas familias, de las cuales muchas en España son monoparentales, tienen grandes dificultades o no pueden incluso adquirir un dispositivo para acceder a esta modalidad escolar. Por otro lado, en Galicia no existe todavía una RED de calidad, por lo que algunos núcleos de población no disponen de internet.

La brecha salarial cada vez más grande

Una vuelta a las clases no presencial puede derivar en que muchas mujeres se queden excluidas del mercado laboral, se paralice su carrera profesional o que le impidan reincorporarse directamente. La brecha salarial se hace cada vez más grande, esto sumado al techo de cristal o a la alta temporalidad de los contratos. 

Y es que tan solo unos días del comienzo de las clases todavía quedan muchas cuestiones en el aire. Entre otras, el caso de que los progenitores tengan que cuidar a su hijo en cuarentena por contagios en su clase. Una situación para la que el plan “me cuida”, no es suficiente. Ante este panorama, son las familias de bajo poder adquisitivo las que mayores consecuencias van a sufrir. Otra cuestión que todavía está pendiente, que podría solventarse en algunas semanas, es el borrador de la Ley de Teletrabajo, que en la actualidad está en negociaciones. Una medida indispensable que trataría de dar respuesta a la situación sanitaria y logística familiar.

El Gobierno tiene la responsabilidad de evitar que esta crisis sanitaria haga más evidente esta brecha salarial y de género por lo que es imprescindible y necesario que articule nuevas medidas que protejan a las esferas sociales más vulnerables.

Lorena Torres, asesora Laboral en INTER Asesoría, nos amplía información sobre este tema en su último artículo para Diario de Arousa. Puedes consultarlo haciendo click aquí.