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La política de la incertidumbre

Comenzamos febrero con un dato preocupante, España pierde 671 autónomos en un solo día, en el mes de enero, un total de 20.800 trabajadores autónomos han causado baja.

El aumento de los costes se encuentra detrás de esta sangría sumado a la subida de los costes de cotización y fiscales. Los sectores que más se han visto afectados son comercio y hostelería.

Muchos autónomos se han visto ahogados con el último trimestre del año, en los últimos días se ha viralizado un artículo de opinión, de una autónoma asfixiada y verbalizando lo que cada vez más personas emprendedoras sienten, el estado es un socio invisible que se queda más de la mitad de nuestro trabajo. El título del artículo en cuestión es “Qué puta mierda ser autónomo en España”.

La presión fiscal ejercida es cada vez mayor, otra de las conversaciones recurrentes este primer mes del año son los importes de las nóminas, en enero ese empezó ganando menos que en 2022, Las personas trabajadoras son más pobres, sufren mayor presión fiscal y se sufraga una mayor cotización, sólo unos pocos afortunados a los cuales se les ha actualizado convenio no han sentido el impacto, pero la realidad es que los trabajadores autónomos y por cuenta ajena son más pobres este año,  encontrándonos con dos cálculos de retención (uno para enero y otro para febrero), puesto que los nuevos tramos de retención entran en vigor el 01/02/2023.

Se ha anunciado la subida de salario mínimo, cómo mala costumbre estos últimos años se hace con efecto retroactivo y fuera de plazo, cuando las nóminas del mes de enero se encuentran calculadas. De poco va a servir que se suba el salario mínimo si la presión fiscal y cotización es cada vez mayor, pese a lo que se publicita acerca de la subida de impuestos en las rentas más altas, la realidad no es esa puesto que la mayor carga impositiva recae sobre las rentas medias y bajas.

Ahora nos encontramos con el nuevo artículo del código penal, 311.2 “Serán castigados con las penas de prisión de seis meses a seis años y multa de seis a doce meses: 2. Los que impongan condiciones ilegales a sus trabajadores mediante su contratación bajo fórmulas ajenas de contrato de trabajo, o las mantengan en contra de requerimiento o sanción administrativa”

Lo que se pretende con esta nueva regulación penal es contribuir con la lucha contra el fraude de contratación, en concreto los falsos autónomos es una de las prioridades del Gobierno, la campaña de la Inspección de Trabajo al respecto lo ha hecho más que evidente. La empresa Glovo ha sido sancionada con más de 19 millones en cotizaciones de Seguridad Social y alrededor de 40.000 empleos han sido regularizados en el 2022.

Hace un año se aprobaba la ley Ryder, en vista de que la norma no está surtiendo efecto el Gobierno ha endurecido las sanciones elevando el castigo a pena de prisión.

¿Qué ocurre con esta norma? Puede provocar efecto contrario, ya que hay una amplia variedad de situaciones que no recoge.

Al igual que con la ley del sí es si, esperemos que no lleve al efecto contrario a lo deseado y la improvisación de la norma no desemboque en mayor inseguridad jurídica por la imprecisión.

Como podemos ver la tónica con la que nos encontramos las personas trabajadoras y empresarios es la improvisación, que lleva aparejada la incertidumbre.

Es un gran error lo que se está cometiendo, castigar a los emprendedores es nefasto para la economía de un país, personas que arriesgan y creen en su concepto, que lo intentan, que fracasan y vuelven a intentarlo, personas que dedican su ahorro para generar riqueza. Subir el SMI aparejado a una subida fiscal y cotizaciones es otro gran error, la asfixia no es buena idea.  España lidera la lista de países con trabajadores pobres, titulados universitarios cobrando SMI, alquileres en alza y carga de intereses en las hipotecas. Jóvenes que ven cada vez más difícil independizarse pese a su alta cualificación, sobra mucho mes a final del sueldo es lo que se encuentran muchas personas trabajadoras pese a su esfuerzo diario.

Las políticas deberían favorecer la consecución de trabajo estable, de calidad y contener la escalada de precios, medidas que fomenten el empleo y sobre todo la dignificación del trabajo y dar solución a la pobreza laboral. Hay que hacer hincapié en esto último, fomentar y favorecer el empleo.  Las políticas para la población de riesgo son muy necesarias, pero a lo que de verdad hay que dar solución para generar riqueza en la economía de un país,  es a la población trabajadora cada vez más empobrecida.